La criptoeconomía, ¿un nuevo modelo social?
El Centro para la Gobernanza del Cambio de EI (Instituto Empresarial) ha publicado un informe que analiza el valor social de los criptoactivos, es decir, su contribución a la economía y a la sociedad en general, concluyendo que no agregan valor no sustancial a los beneficios de los empleados. o beneficios para nuestras empresas más allá de los beneficios derivados de su comercialización. El informe considera que este hallazgo no significa que no puedan hacerlo en el futuro y aboga por una mayor investigación en esta área.
Principales conclusiones del informe:
- Los criptoactivos han ganado relevancia en los últimos años, hasta alcanzar una capitalización de mercado de $3 mil millones a finales de 2021.
- Los principales defensores de la contribución social de los criptoactivos utilizan los siguientes argumentos:
– Interdependencia creciente con la economía real y sustitución parcial de determinados sistemas del modelo económico y financiero, que los ha hecho insustituibles, haciendo inevitable su sostenibilidad a largo plazo.
– Reducción de la necesidad de intermediarios; la criptoeconomía permite la inclusión financiera y la democratización de las finanzas al tiempo que aumenta la eficiencia de los mercados financieros.
- Los críticos, mientras tanto, consideran:
– Las criptomonedas son una burbuja especulativa alimentada por quienes buscan eludir el sistema para financiar actividades delictivas o evadir el pago de impuestos.
– La criptoeconomía tiende a atraer inversores menos experimentados y, por tanto, más vulnerables.
– Preocupaciones ambientales y la creencia de que la creciente prevalencia de los criptoactivos conducirá a una hiperfinanciación de la economía con consecuencias negativas para la estabilidad financiera.
- Informe muestra que la descentralización no está ocurriendo en la medida en que los defensores de las criptomonedas argumentan y por lo tanto hay un vacío en el discurso de democratización en torno a las criptomonedas y ha habido una concentración de poder en muchas áreas. Por ejemplo:
– Solo el 1 % de los usuarios de criptomonedas son inversores institucionales, pero generan el 60 % de las transacciones y poseen el 50 % de los activos en circulación.
– En el caso de Bitcoin, un estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica muestra que el 0,01% de los tenedores de criptoactivos controlan el 27% de los Bitcoins en circulación.